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PSE-EE reclama el derecho a la verdad, justicia y reparación de las víctimas del franquismo

Foto 1

La Ley 52/2007, de 26 de diciembre, de la Memoria Histórica  es una Ley “importante para la democracia”. Así lo ha asegurado la Portavoz del Grupo Juntero “Socialistas Guipuzcoanos-Euskal Sozialistak” de Gipuzkoa, Susana García Chueca, en el Pleno que ha debatido una Propuesta de Resolución sobre la reparación de las víctimas del Franquismo, cuya Enmienda Transaccional ha sido aprobada por unanimidad.

Ha querido destacar una Ley impulsada por el Gobierno de Zapatero,  -“una Ley que fue empeño personal de Zapatero, a pesar del Partido Popular”-, que tiene como objetivo la necesidad de reparar a las víctimas, consagrar y proteger, con el máximo rigor normativo el derecho a la memoria personal y familiar como expresión de plena ciudadanía democrática.

 

 

 

Víctimas como compañeros socialistas que fueron asesinados, que fueron encarcelados y que sufrieron torturas. Ha recordado, honrado y ha tenido un reconocimiento  de “modo particular” a Ramón Rubial, “con veinte años de cárcel a sus espaldas”, o Benigno Bascaran, primer Presidente de estas Juntas Generales tras la restauración democrática, que sufrió cárcel, exilio y las torturas de Melitón Manzanas que “le colgó de los tobillos cabeza abajo”, o Eduardo López Albizu; también insignes socialistas donostiarras como Luis Arbella, el escritor y psiquiatra Luis Martín Santos, alias `Luis Sepúlveda´, o el abogado Joaquín Pradera, alias `Martín de Larumbe´ o Cándido Eguren y tantos y tantos.

Fue tal el horror y la política de represión cometida por Franco  contra todo individuo, hombre, mujer o niño, susceptible, según la dictadura franquista, de representar una amenaza para el nuevo régimen que fueron “miles” de republicanos los que fueron sumariamente ejecutados o encarcelados y otros los que tuvieron que exiliarse tras la Guerra Civil.  El régimen franquista también creó campos de concentración y batallones de trabajo forzado en los  que miles de personas, entre ellas mujeres y niños fueron `reeducadas´, entre comillas. Los detenidos republicanos eran sometidos a condiciones de esclavitud. Veinte mil presos construyeron con sus manos, cortando en la roca, la basílica del Valle de los Caídos, donde se encuentra Franco enterrado.

El 17 de marzo de 2006, en París, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa aprobó un Informe que contenía una condena del franquismo y denunciaba las “graves” violaciones de Derechos Humanos cometidas en España entre los años 1939 a 1975, año de la muerte del dictador.

En uno de los primeros pasajes de este Informe se subraya que `la conciencia de la Historia es una de las condiciones previas para evitar que se repitan los errores del pasado. Además, la evaluación moral y la condena de los crímenes cometidos juegan un papel importante en la educación de las jóvenes generaciones´.

Debemos seguir trabajando para que la democracia y sus instituciones, y las generaciones vivas honren y recuperen para siempre a todos los que directamente padecieron las injusticias y agravios producidos durante la Guerra Civil y el periodo franquista. Desde luego, a quienes perdieron la vida y con ellos, a sus familiares. También a quienes perdieron su libertad, al padecer prisión, deportación, confiscación de sus bienes, trabajos forzosos, o internamiento en campos de concentración. También a quienes fueron empujados al exilio. Estoy hablando de socialistas, de miembros del PNV, comunistas, de ANV, anarquistas, miembros de la Unión General de Trabajadores, republicanos o personas sin filiación política o sindical.